martes, 1 de junio de 2010

La pregunta del siglo 21

Aunque todavía falten políticas estratégicas para muchos de los problemas que tenemos, estoy de acuerdo que el país cambió para bien especialmente en algo, que desde mi punto de vista, es alentador. La política otra vez empezó a ocupar un lugar central, y hay cada vez más temas en debate. Muchas veces se arman realmente debates muy agresivos y hay formas un poco salvajes con los que diferentes grupos tratan de defender sus intereses. Pero una sociedad siempre va a tener conflictos fuertes, luchas e intereses contradictorios. Y creo que la política tiene poder de trasnformación, más lenta o rápidamente, para bien o para mal. Siempre voy a creer en la política, aunque es preferible para ciertos intereses que seamos indeferentes o "apolíticos".
Algo que noté también es el deseo de participar y de movilizarse de mucha gente, incluyendo muchísimos jóvenes. Creo que muchos nos empezamos a dar cuenta que nosotros somos responsables de nuestro presente y futuro como nación. Y que si queremos vivir mejor, tenemos que empezar a pensar mejor la gran pregunta del siglo XXI: cómo construir naciones prósperas, pero socialmente inclusivas y tolerantes de las diferencias. Y realmente eso fue lo que se reflejó en los festejos: un país más abierto, multicultural, reflexivo, amante del arte y de la música. Por eso me emocioné tanto, porque creo que si seguimos exigiendo más a la clase gobernante y militando desde nuestra cotidianidad para mejorar nuestros valores, podemos constrir un país mejor.