miércoles, 19 de noviembre de 2008

El Principio



Uno de mis primeros recuerdos de mi infancia, aparte de aparecer en el Hospital de Niños para que me saquen las pelotitas de telgopor que con tanto entusiasmo me había metido en los oídos con la ayuda de un pincel, es sentarme en el sillón de cualquier casa (la mía, de mis tías Gloria o Amalia) con un Atlas. Esos atlas como los de Clarín que había que coleccionar todos los fascículos y después mandar a encuadernar. Supongo que ahí comenzaron mis ganas por conocer el mundo, especialmente los paisajes, las culturas, las diferencias de provincia a provincia, de nación a nación. Pasaron casi 20 años de esas primeras lecturas, y hoy en día despúes de tantas vueltas estoy ya en 3º año de la carrera Turismo y Hotelería y a casi un mes de empezar un nuevo viaje. No va a ser largo, pero espero sacar el mayor provecho posible (tanto por el CELTA, como por las experiencias en general), reencontrarme con amigos y cumplir un sueño frustrado por el "Efecto Caipirinha" de fines de 1998, conocer la Gran Manzana, a.k.a. New York City!

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